Las Quesabirrias del Compadre: La historia del emprendedor que convirtió una idea improvisada en una franquicia nacional.

El canal de YouTube La Punta del Iceberg presentó la historia de crecimiento de Las Quesabirrias del Compadre, una franquicia que hoy destaca en plataformas de entrega a domicilio y que se ha posicionado como una marca reconocida en el país. Su fundador, Ángel Rivas, compartió en entrevista cómo inició este proyecto que, inicialmente, ni siquiera estaba planeado como un negocio formal.

Un inicio inesperado que cambió el rumbo de su vida

La historia comienza en diciembre de 2017, justo después de la boda de su hija. Ángel recibió una llamada de su primo Luis, desde Ciudad Obregón, quien le propuso iniciar un negocio de comida.
En ese momento, Ángel no tenía local, no contaba con un menú definido y tampoco una estructura empresarial. Lo único que tenía era la determinación de avanzar: “vamos haciéndolo”, una frase que representó el espíritu con el que nació la marca.

Ese impulso inicial se convirtió en el primer paso para crear una de las franquicias más destacadas de Sinaloa y del noroeste mexicano.

Crecimiento basado en disciplina y apertura al cambio

Desde su apertura, Ángel Rivas adoptó una mentalidad enfocada en mejorar, adaptarse y profesionalizar cada proceso.
Su crecimiento no fue producto de la improvisación, sino de la capacidad de aprender de los errores, corregir y estandarizar.

En la entrevista menciona que uno de los factores clave para avanzar fue no aferrarse a las ideas originales, sino permitir que el mercado guiara la evolución del negocio. Esto incluyó ajustes en recetas, servicio al cliente, logística y administración.

Gracias a este enfoque, la marca logró posicionarse en plataformas como DiDi Food, obteniendo primeros lugares en ventas y reconocimiento por su calidad.

Estandarización: el paso que convirtió un negocio local en una franquicia

La entrevista destaca cómo Ángel trabajó intensamente en documentar procesos, definir recetas exactas y entrenar adecuadamente al personal.
Esto permitió que Las Quesabirrias del Compadre pasara de ser un local exitoso a una franquicia replicable, con la capacidad de mantener su sabor y servicio en diferentes ubicaciones.

El orden, la metodología y la claridad fueron elementos cruciales para asegurar que cada sucursal ofreciera la misma experiencia.

El valor de rodearse de buenas personas

Otro punto fundamental en su historia es la importancia del equipo.
Ángel enfatiza que un negocio no avanza solo con una buena idea, sino con personas comprometidas que compartan la visión. Escoger bien al personal, confiar y delegar se convirtieron en pasos decisivos para que la marca alcanzara estabilidad y crecimiento sostenido.

Una historia que inspira a futuros emprendedores

Las Quesabirrias del Compadre es hoy una franquicia con reconocimiento nacional, un hecho que nació de una idea sencilla, impulsada por la iniciativa de comenzar, aunque no existiera un plan completamente estructurado.

La entrevista en La Punta del Iceberg deja claro que el éxito no depende de tener todo resuelto desde el principio, sino de comenzar con determinación, trabajar con disciplina y estar dispuesto a mejorar constantemente.

La historia de Ángel Rivas es un ejemplo de cómo la visión, la flexibilidad y la preparación pueden convertir un proyecto improvisado en un modelo de negocio sólido y con potencial de expansión.